Los tumores representan una fuente invaluable de información sobre la biología del cáncer.
El tamaño, la morfología celular, la integridad del tejido periférico, la expresión de proteínas aberrantes y de marcadores genéticos han sido la forma de clasificar los tumores, así como de evaluar la agresividad y la capacidad invasiva. Recientemente ha cobrado importancia el estudio de factores biológicos, que, en compañía de los marcadores histopatológicos, pueden complementar el diagnóstico de los tumores. En el caso del cáncer de mama, se establecieron como marcadores la expresión de los receptores para progesterona, estrógenos y la proteína HER2; así como la expresión de proteínas como Ki67 que evidencian la capacidad proliferativa de las células tumorales [1].
En los últimos años se ha venido estudiando la relación que existe entre el sistema inmune y el cáncer, demostrando que el microambiente tumoral se caracteriza por la producción de citoquinas reguladoras y de factores de crecimiento que ayudan al progreso del tumor (Figura 1). No obstante, la vigilancia del tumor por las células del sistema inmune –Inmunovigilancia- también es importante para el control del progreso tumoral.
Figura 1. Proceso de Inmunoedición y Teoría de las 3 “E”. Las células transformadas son reconocidas y eliminadas por el sistema inmune debido a la expresión de antígenos tumorales en el MHC-I, señales de alarma como calreticulina y HMGB-1 y ligandos de receptores de NK. Las células tumorales inmunogénicas son eliminadas, pero quedan en estado latente aquellas que no expresaban estas moléculas, evitando ser reconocidas y eliminadas por el sistema inmune. Finalmente, estas células latentes escapan de la presión inmune y proliferan, generando un microambiente inmunosupresor, con citoquinas como IL-10, TGF-β, VEGF, y M-CSF, expresión de ligandos de receptores inhibitorios y el reclutamiento de poblaciones reguladoras que, en conjunto, promueven el crecimiento tumoral y evitan la respuesta inmune efectora pues generan un fenotipo de agotamiento en las células inmunes. Tomada y modificada de Schreiber, et al., [5]. Imagen realizada con el software libre Biorender.
En los tumores de cáncer de mama se ha descrito la importancia de analizar el infiltrado inmune para evaluar la presencia de poblaciones efectoras y reguladoras, e identificar marcadores pronósticos de evolución y de respuesta al tratamiento. [2,3]
Por esta razón, en el laboratorio buscamos implementar una metodología de inmuno-monitoreo in-situ utilizando la técnica de Inmunohistoquímica Multiparamétrica Secuencial Sobre una Sola Lámina (Figura 2A). Con esta técnica se busca evaluar la presencia y distribución de poblaciones inmunes infiltrantes de tumor (poblaciones inmunes como macrófagos, linfocitos T CD4+ y sus subpoblaciones de linfocitos T Reguladores y Th17, linfocitos T CD8+, células dendríticas, y células mieloides supresoras); y la expresión de receptores inhibitorios como PD-L1, antes y después de la quimioterapia neoadyuvante en un grupo de pacientes con cáncer de mama. Al mismo tiempo, se persigue determinar posibles correlaciones entre la presencia, localización, y agrupación de las poblaciones inmunes con la respuesta de las pacientes al tratamiento antitumoral con quimioterapia neoadyuvante.
Como resultados preliminares se ha encontrado que hay una mayor infiltración de poblaciones CD45+ en las muestras de tejido tumoral pos-quimioterapia en comparación con las muestras pre-quimioterapia, apoyando la hipótesis que la quimioterapia neoadyuvante induce la muerte celular inmunogénica en los tumores de cáncer de mama, y con esto, aumenta la infiltración de leucocitos (Figura 2B).
Figura 2. Evaluación de marcadores inmunes en biopsias y mastectomías de pacientes con cáncer de mama triple negativo para determinar el infiltrado leucocitario total. A. Sobreposición de marcación con CD45 (verde), CD68 (Naranja), CD20 (Cyan) y Hematoxilina (azul) en mastectomías.
Figura 3. Marcación con CD45 de biopsias (A, B) y mastectomías (C, D). Comparación de la puntuación en cantidad e intensidad de CD45 entre tejido tumoral pre y pos-quimioterapia. **(p<0,01).
Referencias:
1. The American College of Surgeons. AJCC Cancer Staging Manual. 8ª edition. 2018.
2. Denkert, C., et al., Tumour-infiltrating lymphocytes and prognosis in different subtypes of breast cancer: a pooled analysis of 3771 patients treated with neoadjuvant therapy. Lancet Oncol, 2018. 19(1): p. 40-50.
3. Gu-Trantien, C., et al., CD4(+) follicular helper T cell infiltration predicts breast cancer survival. J Clin Invest, 2013. 123(7): p. 2873-92.
4. Schreiber, R. D., Old, L. J., & Smyth, M. J. Cancer immunoediting: integrating immunity’s roles in cancer suppression and promotion. Science, 331(6024), 1565-1570.